Si además de doble acristalamiento se eligen unos vidrios específicos, el aislamiento térmico aumenta:

1. De control solar:
   Disminuyen la incidencia de los rayos solares pero dejan pasar la luz.
2. Bajo emisivo:
   Reduce las pérdidas de calor en invierno y de aire acondicionado en verano.
3. Selectivo:
   Son vidrios que combinan las prestaciones de los vidrios de control solar y de los de baja emisividad. Están tratados con una sucesión de capas que tienen la capacidad de filtrar los rayos del sol de manera selectiva según su longitud de onda. Consiguen reflejar la mayor parte de la energía calorífica sin apenas obstruir la entrada de luz solar.

Si la prioridad es el aislamiento acústico, existen también vidrios específicos indicados para todo tipo de ventanas y cerramientos, cubiertas, verandas y miradores situados en entornos ruidosos: autovías y cruces de vías urbanas, áreas comerciales, próximas a pasos de ferrocarril, aeropuertos, etc.

Son vidrios laminados, que consisten en la unión de dos o más hojas de vidrio a través de la interposición de una o más láminas de polivinilo butiral (PVB), compactado por medio de distintos procesos de calor y presión.

También existe la opción de cristales de seguridad, que además de aislar térmica y acústicamente, reducen el riesgo de lesiones en caso de rotura accidental del vidrio. Además cumplen con una función antiagresión y antivandalismo, protegiendo tanto los bienes como las personas que ocupan la vivienda.

Es un vidrio compuesto por dos o más hojas unidas íntimamente por interposición de láminas de PVB. Según las diferentes combinaciones se consiguen diferentes niveles de certificados de seguridad (RC2, RC3,...)